Son todos aquellos envases, embalajes y envoltorios que encontramos día a día en nuestros hogares. La gran mayoría de estos “desechos domésticos” pueden ser transformados en nuevos recursos, siempre y cuando estén limpios, secos y correctamente separados.
Antes de reciclar, recuerda siempre limpiar.
Lava, enjuaga y seca tus materiales.
Aplasta los envases para que no ocupen tanto espacio.
Separa tus materiales por categoría y retira tapas y etiquetas.
Asegúrate que no haya residuos orgánicos ni suciedad.